Los idiomas más difíciles de traducir

los idiomas más difíciles de traducir

En el mundo se hablan un total de más de 7000 idiomas distintos. De esa cantidad, muchos están abocados a su desaparición mientras que otros, como el inglés, tienen una vida muy prolongada debido a que es lengua oficial en 59 estados. A su vez, no todos ellos son igualmente accesibles y fáciles de comprender, por ello hoy te mostramos los idiomas más difíciles de traducir, las lenguas más complejas de comprender.

¿E difícil traducir idiomas?

Estos son los idiomas más difíciles de traducir en función de las diferencias gramaticales, la ausencia de equivalencias lingüísticas con otras lenguas y la cercanía con otros modos de hablar. En la lista también podrían haber entrado el euskera, algunas lenguas germánicas, el húngaro e incluso el alemán, pero no está nada mal la selección.

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Más de 1.100 millones de personas en todo el mundo, aunque principalmente en China, hablan chino mandarín, situándose así entre los idiomas más hablados del mundo. Sin embargo, es muy difícil de traducir porque la escritura es en ideogramas, además se utilizan diferentes tonalidades para diferenciar fonemas. A su vez, los caracteres chinos no introducen ninguna pista sobre el modo de pronunciarlos. No obstante, el idioma chino es uno de los más apasionantes del mundo.

A pesar de que el coreano no es el mismo idioma que el chino es también una de las lenguas más difícil de traducir. No tiene relación de familiaridad con otros idiomas y sus caracteres, muy numerosos, se asocian con estructuras sintácticas muy diferentes. Por otra parte, las conjugaciones verbales son muy complejas.

Continuando con idiomas de Extremo Oriente llegamos al japonés. La dificultad de traducir este idioma radica en que es muy diferente hablado de escrito. Se distinguen tres sistemas de escritura y dos sistemas de sílabas. Para conocer con amplitud esta lengua hay que aprender miles de caracteres.

Las lenguas indoeuropeas mantienen todas aspectos en común, como el alfabeto o el uso más o menos prolífico de las vocales. Con el árabe, que no es indoeuropea, esto no ocurre, pues hace un uso muy extenso de las consonantes, dispone de alfabeto propio y se escribe de derecha a izquierda. Y a todo esto hay que sumar que existen decenas de dialectos de árabe.

Islandia es un país con poco más de 300 000 habitantes, pero su idioma también se habla en otros territorios escandinavos como Noruega y Dinamarca. El idioma deriva de las lenguas germánicas, pero su complejidad radica en el aislamiento de la isla, algo que no ha permitido su evolución. Su gramática es comparable a la del latín y el griego clásicos.

El griego es uno de los idiomas más importantes de la Humanidad por el impacto de la Grecia Clásica. Sin embargo, para muchos filólogos es el idioma más difícil de traducir. Cuenta con un alfabeto propio y los acentos y entonación son muy particulares. Sus reglas gramaticales también son muy complejas. Por suerte, el griego actual se ha simplificado en gran medida en comparación con la lengua clásica.

Al finés le ocurren varias particularidades. Es una lengua germánica, con lo que ello conlleva para su traducción, a lo que hay que sumar su carácter flexivo y aglutinante. Esto significa que las palabras cambian de forma según el rol que tienen en cada frase. Otro elemento de dificultad a la hora de traducir finés es que se pueden incluir muchos prefijos y sufijos.

El hindi es uno de los idiomas oficiales de India y es el más hablado en el país. Su uso predomina en el norte del territorio. A pesar de que es una lengua indoeuropea, como las que derivan del latín, su complejidad se debe a que agrupa un elevado número de elementos culturales a través de coloquialismos y frases hechas prácticamente indescifrables para quien lo conozca la cultura del país.

El francés es una lengua romance aparentemente fácil de aprender, al menos de manera básica para manejarse en una conversación, especialmente para hablantes de idiomas con muchas características en común, como el francés o el italiano. También recibe mucha influencia del inglés, en modo opuesto también sucede.

Sin embargo, la traducción se complica debido a las reglas de pronunciación, que no son fáciles de aprender, a su gramática un tanto inflexible y al hecho del propio traductor, pues si domina lenguas cercanas, su trabajo no será nada sencillo.

La lista de lenguas más difíciles de traducir la cierra el rusoSu complejidad se halla en las declinaciones, el alfabeto cirílico y en la pronunciación fonética con el llamado acento tónico. No obstante, es muy importante como idioma a nivel mundial, pues lo hablan unos 300 millones de personas en todo el mundo y es el idioma nativo de una de las grandes potencias económicas: Rusia.