Los idiomas más fáciles de aprender para un español

La experiencia de aprender una nueva lengua siempre es gratificante, lo que ocurre es que hay quien aprende muy rápido y también quien necesita más tiempo para empezar a familiarizarse con una nueva forma de comunicación. Para aquellos que se plantean por primera vez estudiar otra lengua, no está de más saber cuáles son los idiomas más fáciles de aprender.

Comenzar el aprendizaje por una lengua algo más sencilla consigue que el avance sea más rápido, lo que aumenta la motivación del alumno.

Empezar a estudiar alguno de los idiomas más fáciles de aprender es una buena forma de adentrarse en el interesante mundo del estudio de las lenguas. Dedicando algo de tiempo a aprender cualquiera de estas lenguas, se pueden ver rápidamente los resultados.

Esta es la gran pregunta que muchas personas se hacen. Aunque el español es uno de los idiomas más hablados del mundo, ocupa el segundo lugar en el ranking con más de 450 millones de hablantes nativos a nivel mundial, siempre es buena idea hablar otra lengua para mejorar las posibilidades de comunicación con personas de otros lugares del globo terráqueo.

Todas las listas que hablan de las lenguas más fáciles de aprender para un español tienen un cierto sesgo subjetivo, porque están elaboradas a base de la experiencia de otros hispanohablantes, y está claro que el aprendizaje no es igual para todo el mundo.

Que aprender un idioma resulte más o menos sencillo depende de varios factores. El primero de ello es la lengua materna. Siendo el castellano una lengua romance, para un hispanohablante será mucho más sencillo estudiar otras lenguas romance, como el italiano, porque tienen muchas cosas en común.

Por otro lado, también depende del tiempo y el esfuerzo que le dedique cada uno. Mientras que estudiando una o dos veces por semanas puede llevar años llegar a tener un manejo medio de una lengua extranjera. Si se hace una inmersión en el idioma, o se estudia de forma intensiva, se llegará a hablar y escribir mucho mejor y en menos tiempo.

Tras las consideraciones anteriores es hora de empezar a revisar los idiomas más fáciles de aprender para alguien cuya lengua natal es el español.

La comunicación entre portugueses e hispanohablantes puede darse con facilidad aunque ninguno de ellos haya estudiado la lengua del otro. Esto se debe a que ambos idiomas son muy similares tanto en su vocabulario como en su gramática.

La mayor dificultad que se puede encontrar un español que estudie portugués es conseguir un buen manejo de las múltiples “S” que usan. Por lo demás, bastarán unos pocos meses de estudio para llegar a tener un dominio medio-alto del idioma portugués. Y la dificultad de aprendizaje del portugués se reduce si eres hablante nativo de gallego.

Con origen en el latín, el italiano utiliza vocales y consonantes que están presentes en algunos de los idiomas más extendidos por el mundo, como el castellano. Esto hace que aprender la pronunciación no resulte demasiado difícil. Además, existe una gran similitud léxica, con palabras que se escriben y se pronuncia de forma bastante parecida en ambos idiomas y tienen el mismo significado.

También se facilita el aprendizaje del idioma rumano si conoces italiano y español.

El francés es uno de los idiomas más importantes a nivel mundial. Lo hablan casi 300 millones de personas y es el idioma oficial de la Unión Europea, así que para un español es interesante llegar a dominarlo.

Aunque la pronunciación puede llegar a ser algo complicada, la similitud lingüística es bastante alta, lo que hace que aprender vocabulario no sea demasiado difícil. La gramática puede costar algo más, ya que cuenta con sonidos que en español no existen, pero la estructura gramatical básica de las frases es exactamente igual.

Muchos estudiantes españoles llevan años intentando mejorar su inglés. Para algunos resulta un idioma fácil y, para otros, extremadamente complicado. Pero, desde  un punto de vista objetivo, para un hispanohablante no debería resultar demasiado complicado dominar esta lengua.

El vocabulario es sencillo, ya que la mayoría de las palabras son cortas y, quitando algunas excepciones, los verbos tampoco son difíciles de dominar porque hay muchos menos tiempos verbales. Lo más complejo es la gramática y, sin lugar a dudas, la pronunciación, porque en inglés hay muchos sonidos que no existen en castellano.

Al margen de las anteriores, hay otras lenguas que no resultan complicadas de aprender para un hispanohablante, pero que no son comunes que estudie alguien cuya lengua materna es el español. Por ejemplo, el rumano, que es una lengua románica con una estructura gramatical muy similar al castellano, un léxico que puede llegar a ser muy similar en muchos casos y una pronunciación fácil, ya que la mayoría de las palabras se pronuncian tal como se escriben.

Otros ejemplos son el afrikáans (los verbos no se conjugan y el género y los pronombres no varían), el suajili (no tiene conjugaciones verbales), y el griego, que es mucho más similar al español en cuanto a pronunciación de lo que se suele pensar.

Facebook
Twitter
LinkedIn
WhatsApp
Telegram
Email